Los recuerdos que tengo de mi abuela María Francisca Rivas son como tesoros guardados en lo más profundo de mi ser. Su sabiduría, su paciencia y su amor incondicional fueron pilares fundamentales en la crianza de todas las mujeres de la familia. Cada vez que pienso en ella, siento una mezcla de nostalgia y gratitud por haber tenido la suerte de tenerla en nuestras vidas

Hace poco encontré una foto en blanco y negro de mi abuela que me hizo recordar la esencia de ser mujer y una madre entregada. Una imagen que reúne a mujeres bellas, fuertes, trabajadoras y amorosas de mi familia. Aquellas que podían pasar un día en el campo a caballo en los cultivos de arrozales del Tolima con ropa de trabajo y poco femenina, para después llegar a casa al final de la tarde, cambiarse el look, maquillarse y rescatar nuevamente la esencia de ser mujer.

En honor a mi abuela y a todas las mujeres que han dejado una huella en mi vida, a sus enseñanzas y a esos rituales de belleza que hoy practico, les dedico este artículo para conmemorar su legado en el Día de la Madre.

Ritual de belleza compartido

Uno de los momentos más especiales que teníamos juntas era nuestros rituales de belleza. Mi abuela solía enseñarme esos secreticos que se han transmitido de generación en generación aquí en mi familia. El hecho de valorarse y cuidarse, como la importancia de humectar la piel, era uno de sus pilares más importantes y así nos lo enseñó a todas las mujeres de la casa. Consejitos que hoy ustedes también disfrutan en mi libro Los Tips de Kika.

Yo también tengo como referente de belleza y esencia de mujer a mi madre, pues siempre la he visto impecable, atenta a su imagen, como a los cuidados de su piel. Hoy compartimos el hecho de ser mujeres, madres y por supuesto, los tips de la abuela.  

Rituales que también me inspiraron para contarles un poco sobre mi historia y la reciente sesión de fotos para promover el nuevo “olay indulgent moisture body wash” en la entrevista que me hicieron para la revista People, la gran madre la revista People en Español en la que llevo más de 20 años. Aquí cuento un poco sobre mi abuela y las mujeres de la casa, además de compartir con mi hija Victoria, a quien también quiero seguir inspirando para el cuidado de su piel e imagen.

Me encanta recordar a mi abuela, gracias a ella me gusta celebrar la esencia de ser mujer. Gracias a sus sabios consejos, comprendí la importancia de cuidar mi piel, dedicar tiempo para el autocuidado, aplicar protector solar, incorporar el aceite de ricino en el cuidado de mis pestañas, y utilizar aceites esenciales para mantener mi piel hidratada. Además, aprendí la importancia de una alimentación equilibrada, descansar adecuadamente, practicar la exfoliación y mantener siempre una actitud positiva.

Tengo otra abuela maravillosa, que se llama Beatriz Marulanda a quien hace poco le dediqué este post (leer aquí) por su cumpleaños No.100. Una mujer que siempre ha sido para mí un referente de resiliencia y fuerza, de glamour y estilo.

En este Día de la Madre, quiero rendir homenaje a todas las mujeres que han dejado una huella imborrable en mi vida. Las mujeres de mi familia me han enseñado a ser fuerte, a luchar por mis sueños y a nunca rendirme. A todas ellas, les doy las gracias por ser mi mayor inspiración y por guiarme en el camino de la vida.

¡Celebremos juntas el hecho de ser mujeres, mamás, profesionales, y únicas!

Con cariño… Kika