· By Kika Rocha
¡Súblime Agua Bendita!
Empezó Colombiamoda 2025 con la emotiva pasarela inaugural, en medio de la efervescencia creativa que caracteriza a Medellín. Un momento para recordar en la historia de esta feria y de la marca que regresó después de 10 años para mostrarnos una propuesta de colección, donde el arte, la moda y la emoción se entrelazaron de forma casi poética. Fue mucho más que un desfile: fue una experiencia estética, sensorial y profundamente significativa.
Foto: Juan Camilo Bohorquez
Agua Bendita eligió la icónica Plaza Botero, en pleno centro de Medellín, como el escenario perfecto para conectar con su público. Bajo las miradas de las esculturas monumentales del maestro Fernando Botero y frente a la histórica fachada del Museo de Antioquia, la moda colombiana tomó forma con un sentido de pertenencia, raíz y arte vivo.
Las diseñadoras Catalina Álvarez y Mariana Hinestroza, fundadoras de la marca, quisieron rendir homenaje a su ciudad natal, a su historia y a las mujeres que las han acompañado desde el inicio. El resultado fue una velada inolvidable que comenzó entre aguardiente y copas de cerámica artesanal hechas en El Carmen de Viboral, creando un puente entre la fiesta, la tradición y la moda.
La pasarela estuvo compuesta por dos colecciones profundamente conectadas entre sí, como el día y la noche, la luz y la introspección.
Hijas del Agua
Esta primera colección, colorida y viva, celebró el espíritu tropical, la exuberancia y la belleza de lo hecho a mano. Con 33 salidas, la marca mostró la maestría artesanal de más de 100 mujeres que, con paciencia y talento, bordaron flores, canutillos y lentejuelas. Las siluetas fueron sensuales pero etéreas, con telas que danzaban al ritmo del reguetón paisa que envolvía el ambiente.
Este bloque fue un canto visual al origen, a la tierra fértil, al agua que fluye y a la mujer como fuente de creación. Una propuesta de prendas de baño y readty to wear, que bordó historia con hilo contemporáneo.
Ocaso
El segundo bloque de esta pasarela se mezcló con la caída del cielo sobre Medellín, bajo una propuesta de la línea de lujo Agua by Agua Bendita. Esta colección se sintió como un susurro elegante compuesta por 27 looks en tonos intensos, tejidos nobles como la seda y el terciopelo, y detalles como guantes largos, transparencias y boinas, Ocaso invitó a una reflexión más íntima sobre la belleza.
Fue un ejercicio de sofisticación, diseño con madurez y conciencia, donde cada prenda parecía mirar hacia adentro, hacia esa mujer que no necesita gritar para ser escuchada.
Moda con sentido: cuando el lujo es lo que tiene alma
Más allá de esta espectacular puesta en escena, Agua Bendita volvió a recordarnos por qué su marca y ADN ha conquistado a más de 60 países: su lujo no está en lo efímero, sino en lo profundo. Cada prenda lleva consigo el tiempo de muchas manos, el legado de muchas generaciones y el valor de lo auténtico. En tiempos donde la moda puede perderse en el ruido, pasarelas como esta nos devuelven el sentido. Nos invitan a mirar más allá del vestido y a comprender la historia que lo habita.
Agua Bendita no solo inauguró Colombiamoda 2025: abrió un portal hacia una moda más humana, más nuestra, más conectada con el territorio. Fue un regreso al origen, pero con la mirada puesta en el mundo, en esta Plaza Botero que respira arte y memoria. Esta pasarela dejó claro que la moda colombiana no necesita disfrazarse de otra cosa para brillar: cuando es fiel a su esencia, se convierte en una voz poderosa en el escenario global.
Agradecimientos especiales a las fotografías por Juan Camilo Bohórquez .
Con cariño…Kika