· By Kika Rocha
EL YOGA, UNA MÁGICA HERRAMIENTA PARA CONCILIAR EL SUEÑO
Dormir es uno de los procesos más importantes para nuestro cuerpo y mente. Durante el sueño, nuestro cuerpo se recupera y se regenera, y nuestra mente procesa la información del día que nos prepara para una noche de descanso.
Sin embargo, todos en algún momento de nuestras vidas empezamos a tener problemas para conciliar el sueño y dormir plácidamente. Esto se debe a factores tan cotidianos como el exceso de trabajo, problemas personales, enfermedades o cambios en el metabolismo.
Con la llegada del Covid-19 y todo ese proceso del confinamiento que vivimos, el yoga empezó a tener un protagonismo muy notorio en las redes sociales más activas como Instagram y YouTube, que nos permitió hacer más llevadera esta pandemia, especialmente con el sueño que empezó a perderse en la mayoría por estar 24/7 pensando en el fin del mundo, la falta de comida y por supuesto, todo ese caos.
El yoga es una práctica milenaria que combina posturas físicas, técnicas de respiración y meditación para mejorar el bienestar general del cuerpo y la mente. Al incorporar el yoga en nuestra rutina diaria, podemos reducir el estrés, mejorar la flexibilidad y la fuerza muscular, y también mejorar la calidad de nuestro sueño.
Como un estilo de vida, el yoga nos ayuda con la recarga de energía necesaria para el funcionamiento de nuestro cerebro y de todo el organismo, teniendo en claro que además de estos importantes beneficios, también nos ayuda a respirar mejor, a controlar un poco la ansiedad y a ser muy agradecidos con la vida.
Las sesiones duran entre una hora y hora y media con todo tipo de asanas (posturas), además del adecuado manejo en nuestra respiración. Es importante aprender a identificarlas, porque ponerlas en práctica al pie de la letra, nos llevarán a dormir el tiempo requerido que es mínimo de 7 horas sin interrupciones.
Según expertos en esta disciplina, los asanas más frecuentes para conciliar el sueño son: la sirsasana (postura sobre la cabeza), halasana (postura con las piernas por encima de la cabeza para que los pies toquen el suelo), savasana (postura de cadáver) y la balasana (o postura de relajación).
Toda sesión de yoga deber terminar con un momento de relajación máximo de 20 minutos, además es fundamental tener en cuenta que la ropa es un elemento clave para sentirnos mucho más cómodos y a gusto con el proceso.
Otra forma en que el yoga puede ayudarnos a dormir mejor es a través de la meditación. La meditación es una práctica que nos ayuda a concentrarnos en el momento presente y a reducir el ruido mental que a menudo nos mantiene despiertos por la noche. Al practicar meditación antes de dormir, podemos entrenar nuestra mente para enfocarse en la respiración y en la sensación de relajación en nuestro cuerpo, lo que puede ayudarnos a conciliar el sueño más fácilmente y a dormir profundamente durante toda la noche.
Así que como un tip de Kika, les recomiendo que, si están teniendo inconvenientes para dormir, prueben con incorporar el yoga en su rutina diaria y experimentar beneficios muy visibles tanto en la piel, como en el cuerpo y por supuesto, la mente.
Gracias por leerme, con cariño… Kika