· By Kika Rocha
¡Darío Valencia y su legado!
Siempre llevo a Valledupar en mi corazón. Desde hace más de una década tuve el privilegio de descubrir esta hermosa ciudad la cual he sentido siempre mi hogar, conocer sus calles, lugares insignes, su clima y por supuesto, bañarme en el rio Guatapurí. Todos estos recuerdos me conectan con personas que han hecho de mi estancia, la más especial, como es el caso de mi amigo y diseñador Darío Valencia, a quien le debo lucir con orgullo cada una de sus creaciones, las mismas que me han acompañado en momentos tan importantes.
Foto tomada de Radio Nacional de Colombia
Como olvidar cuando fui parte del jurado en el reality Colombia Nex´t Top Model, en la entrevista a la cantante mexicana Julieta Venegas, en cocteles, eventos de moda o simplemente cuando camino con la brisa tropical, sus looks me hicieron sentir femenina y coqueta. Las primeras prendas que usé de su autoría fueron justamente estampadas: recuerdo un vestido amarillo en lino de aire provenzal y otros con flores, plantas y animales que aún guardo en mi armario. desde entonces, tenerlos conmigo ha sido para mí un motivo de orgullo y satisfacción.
Es un gran conocedor de la figura femenina, apasionado por el color y maestro en el arte de los estampados, que requieren visión, precisión y mucha creatividad. Sus propuestas son elegantes y cuidadas, con siluetas que encajan a la perfección en el cuerpo de la mujer, reflejando el talento de él y su encantador equipo de trabajo.
Hablar de Darío Valencia es hablar de un referente en esta industria, un diseñador que ha llevado con dignidad, elegancia y creatividad, el nombre de nuestro país a escenarios tanto en la Costa Caribe Colombiana como a nivel nacional e internacional. Su trabajo es sinónimo de autenticidad, identidad cultural y de un talento que trasciende sus colecciones, showrooms benéficos e incluso las redes sociales, para convertirse en símbolo de la feminidad y elegancia en la mujer colombiana. Además, cuenta con un innegable espíritu de apoyo a su comunidad, especialmente con la pasarela que realiza anualmente para el mes de diciembre y cuyos fondos destina al hogar de las Hermanas Clarisas.
Admiro profundamente su trayectoria, pero sobre todo su capacidad de resiliencia, lo que le ha permitido salir adelante en su momento complejo de salud, esto no ha sido impedimento para que continue desarrollando su creatividad y su filantropía. Darío, no solo es un excelente amigo, es un excelente diseñador, es un ser humano íntegro que refleja amor por su marca, por su familia, por su grupo de trabajo y por los amigos que lo rodean. Esa cercanía, sencillez y calidez son valores que se sienten en cada una de sus creaciones y en cada encuentro con él.
Hoy quiero entregarle este reconocimiento con todo mi afecto, abrazándolo desde la distancia, agradeciendo su aporte invaluable a la moda colombiana y celebrando su pasión incansable por mostrar al mundo la riqueza de nuestra cultura caribe a través del diseño. Siempre me sentiré orgullosa de vestir sus creaciones, porque en ellas se refleja no solo la belleza del arte, sino también la grandeza de su espíritu.
Con cariño… Kika