En el mundo de la moda, pocas combinaciones logran resistir la prueba del tiempo como la atemporal sinergia del color blanco y el negro. Esta dupla es sinónimo de elegancia, minimalismo y sofisticación, pues siempre ha sido una apuesta infalible tanto en pasarelas como en eventos de alta relevancia mundial.

Foto: Mauricio Vidal - Diseño Maria Cabrera

La prueba de esto quedó demostrada esta semana con un momento que se volvió tan viral: la elección de vestuario de Melania Trump para la toma de posesión presidencial de su esposo y el icónico diseño de Ivanka Trump para el baile, inspirado en Audrey Hepburn. En mi caso, siempre he apoyado esta clásica combinación, que a través de los años y la historia de la moda se consolida como una elección segura para cualquier ocasión, especialmente en eventos de ámbito político. 

Este año Melania confió en su diseñador personal Adam Lippes, quien creó un impresionante abrigo confeccionado a la medida, en un elegante tono azul oscuro. La prenda fue combinada con una camisa blanca de cuello plisado, todo bajo un estilo inspirado en la estética de los años 50 que refleja esa sinergia atemporal que tanto admiramos del blanco y el negro. El toque distintivo y sofisticado de este look lo aportaron un sombrero con ribete blanco de la firma Eric Javits y unos tacones altos perfectamente coordinados con el conjunto, realzando su elegancia y estilizando aún más su esbelta figura.

Precisamente recuerdo que tuve la oportunidad de entrevistar al diseñador Adam Lippes en el año 2020 cuando presentó en Manhattan una de sus colecciones. En esa cálida conversación, ya era el diseñador de la hoy Primera Dama, me contó como su marca diseñaba para una mujer con F minúscula porque es la mujer quien lleva la ropa y no al contrario.

De esa colección me compartió algo muy importante y es el sentido clásico con la que fue diseñada, incluso desde sus telas. Prendas que se convertirán como la mayoría de sus looks, en piezas atemporales a las cuales recurriremos una y otra vez. Yo le enfaticé que definitivamente comprar sus colecciones era una verdadera inversión en la elegancia y sin esfuerzo, invertir en algo clásico atemporal americano.

Por su parte, Ivanka Trump optó para el baile presidencial, por un vestido en blanco y negro Alta Costura de Hubert by Givenchy, el cual equilibraba el contraste entre lo clásico con un diseño moderno, reflejando su propio enfoque contemporáneo de la moda. Fue un homenaje al estilo y legado de Audrey Hepburn para la película Sabrina, de 1954.

Según la fuente: Ivanka considera un gran honor poder honrar su legado de esta manera y está profundamente agradecida al equipo de Givenchy por hacer realidad este momento.

Ivanka y su Esposo

Mientras que Melania, lució para esta ocasión un diseño en la misma combinación y de la firma Herve Pierre, bajo una silueta recta con escote palabra de honor, franjas negras que recorrían el vestido recreando cortes y terminando en una abertura. El look lo acompañó con unos tacones de color blanco y el accesorio del cuello tipo choker en terciopelo que lo adornaba un prendedor de brillantes.

Ambas mujeres, demostraron cómo este binomio cromático del blanco y negro, puede adaptarse a diferentes personalidades y estilos, desde el minimalismo estructurado hasta la feminidad audaz.

Motivo que me permite enfatizarles cómo esta combinación, trasciende las temporadas y las tendencias. Permitiendo a las mujeres proyectar una imagen poderosa y versátil, ideal para eventos de alta categoría, donde cada detalle cuenta.

Son colores neutros que siguen siendo los protagonistas indiscutibles, una elección que nunca pierde su capacidad de impactar y de transmitir un mensaje de sofisticación eterna.

Con cariño… Kika