· By Kika Rocha
¡ Mágica Caléndula !
Cuando llega el invierno, el frío y el viento pueden causar estragos en nuestra piel, dejándola seca, sensible y propensa a irritaciones. Para contrarrestar estos efectos, la naturaleza nos ofrece un aliado poderoso: la caléndula. Esta flor dorada no solo es un deleite para la vista, sino que también posee propiedades excepcionales que la convierten en un ingrediente clave en los cuidados de la piel.
Recuerdo que desde niña siempre veía a las mujeres de mi familia usar la cremita de caléndula para incluso curar golpes, moretones, fortalecer las uñas y cutícula. Además era un esencial en la rutina de belleza familiar que pasa de generación en generación. Incluso la preparaban en casa, tomando unas cuantas ramas de caléndula, la maceraban para luego mezclar esta pasta con aceites naturales y así convertirla en una beneficiosa crema.
A continuación, les comparto algunos de sus beneficios, especialmente para esta época de invierno y como incorporarla en nuestra rutina de día a día. Como dato importante quiero contarles que es de mis planes favoritos cuando viajo a Colombia visitar la Galería Alameda en Cali o diferentes plazas de mercado en otras ciudades, en donde encuentro la mejor caléndula al igual que algunas tiendas naturistas especialistas en ofrecer variedad de productos a base de esta planta.
1. Para una piel hidratada y con nutrición profunda:
El invierno tiende a resecar la piel debido a las bajas temperaturas y la calefacción en interiores. La caléndula es rica en flavonoides y carotenoides, que nos ayudan a retener la humedad y a mantener la piel suave y flexible. Usar cremas o aceites con caléndula fortalece la barrera cutánea y nos previene la deshidratación.
2. Calma la piel sensible y con irritaciones:
Si sufrimos de enrojecimiento, piel agrietada o sensibilidad extrema en invierno, la caléndula puede ser nuestra mejor aliada. Sus propiedades antiinflamatorias y calmantes nos alivian las molestias cutáneas y reducen la irritación, proporcionando confort inmediato.
Kit de Caléndula DESAL - Zipaquirá
3. Una piel con mucha regeneración y reparación:
Las bajas temperaturas pueden causar microfisuras en la piel, especialmente en labios, manos y codos. La caléndula nos estimula la regeneración celular y ayuda a la cicatrización, reparando las zonas afectadas y promoviendo una piel saludable para que luzca realmente sana.
4. Protección natural ante agentes externos:
El viento helado y la contaminación pueden debilitar la piel y hacerla más vulnerable. La caléndula crea una barrera protectora natural que evita la pérdida de humedad y refuerza la resistencia cutánea frente a factores externos agresivos.
Para incorporarla en nuestra rutina diaria es importante conseguir productos que tengan el extracto de esta planta o hacer nosotros mismos la mascarilla casera. En cremas y lociones hidratantes: Buscar productos que contengan extracto de caléndula para mantener la piel suave y protegida. También en bálsamos labiales que son Ideales para prevenir y tratar los labios agrietados.
Aceite con extracto natural de Caléndula
Tener aceites naturales en nuestros cuidados de belleza es un tip que siempre entrego, incluso lo pueden encontrar en el libro Los Tips de Kika. Aplicar unas gotas de aceite de caléndula en la piel nos ayuda a calmar y nutrir profundamente.
Por supuesto las mascarillas caseras son infaltables. Mezclar infusión de caléndula con miel o avena nos puede ofrecer un tratamiento reparador y calmante.
No olvidemos que incluir la caléndula en nuestra rutina de cuidado de la piel durante el invierno es una forma efectiva y natural para mantenerla hidratada, protegida y luminosa. Gracias a sus propiedades regeneradoras, calmantes y protectoras, esta flor dorada se convierte en un imprescindible para afrontar la temporada fría con una piel saludable y radiante.
¡Aprovecha sus beneficios y regalemos a nuestra piel el cuidado que merece en cada temporada de invierno!
Con cariño… Kika